sábado, 16 de julio de 2011

Mandalay (primer día)

Al cabo de nueve horas y de casi no haber dormido nada abro un ojo y veo que ya estamos llegando a nuestro destino, Mandalay.
La estación de buses es un caos, me ha recordado Vietnam, un montón de chicos ofreciéndote transporte pero con la diferencia que no he sentido agobio, nadie se ha abalanzado sobre mi rallándome, todo lo hacen con mucha educación y respeto. Que monos que son! Les pondríamos un lazo y nos los llevaríamos pa casa!
Los precios del transporte son abusivos y salimos de la estación de bus por la misma calle que hemos accedido y allí ya hemos encontramos la furgoneta que nos lleva para la calle 25 y nos cuesta 500 MMK cada uno. Celia, Jose y Luis se atreven a subir al techo de la furgoneta, a mi me ha vuelto un pequeño esguince en las costillas que ya tenía y no puedo hacer esfuerzos o sea que me siento con los locales a dentro.
Primero hemos checkeado el Nylon  Hotel pero hemos ido al que nos habían recomendado que es el Royal Guest House. Está lleno de backpakers y la habitación doble con fan y desayuno es de 12$.
Hemos llegado muy pronto y aún no podemos entrar en las habitaciones y vamos en busca de un te shop. Creo que hemos ido al Rainbow. En este restaurante para gente local los camareros son muy amables, atentos y serviciales, su edad ronda entre los 7 y 12 años, increible. Un “chai” (te hindú hervido con leche y especies) y un roti de plátano, es como un pankake, me ha costado 650 MMK, estaba muy bueno, pero la calor y el cansancio pueden con nosotros y volvemos a la acomodation a descansar.
Al llegar tan pronto a la ciudad hemos visto como todos los monjes, de todas las edades, des de niños a hombres mayores, van con su cesto por la calle pidiendo limosna, esperan que la gente les ponga arroz para poder comer al mediodía.
Que ganas tenía de ver como es Asia de verdad, la auténtica Asia!!
Por la tarde cuando ha parado de llover hemos ido a pasear alrededor del fuerte y  hemos estado un rato con unos pescadores.
Hemos estado callejeando, y hemos oído música, hemos asomado la cabeza y era una boda. Los invitados nos han visto y nos han dicho que entráramos, hemos dudado un momento pero hemos accedido a la invitación. Luces, cámara y acción! Mientras entrabamos han encendido el foco y nos iban grabando. Nos han llevado hasta una mesa y nos han traído un helado de fresa con gelatina verde, surtido de pasteles y frutos secos dulcificados. Hacía mucha calor, las mujeres estaban detrás nuestro dándole al abanico para refrigerarnos, estaban muy contentos! Que si fotos con los novios, con los novios y la hermana, los novios, la hermana y la madre… nos seguían grabando… ha sido muy divertido. Ha sido como media hora pero todo muy acelerado, intenso, divertido, emocionante y sorprendente.
Seguimos callejeando y encontramos una barbería, cut hair time, Jose se corta el pelo. El barbero muy aplicado coge la máquina de cortar la baña en gasolina y  zas zas, la vuelve a bañar en gasolina y zas zas… queda un corte perfecto, igual que un monje budista con un ligero eau gasolin.
Por la noche hemos encontrado unas catalanas y nos han informado que dos calles más abajo de nuestra guest house ha estallado una bomba dentro de un coche y que ha hecho algunos destrozos pero no se sabe quién ha puesto la bomba ni con que finalidad. Se ve que había algún que otro militar con metralletas pero nada más.
Para la cena nos hemos juntado 8 catalanes, creo que somos todos los catalanes de Burma, y casi también todos los turistas ya que somos cuatro y el cabo.









No hay comentarios:

Publicar un comentario