El bus des de Mandalay a Bagan sale a las 16:30 y llega a las 23.00 h. El bus es un poco precario y la carretera no es muy buena, pero tenemos la suerte que no han puesto la tele muy fuerte y el viaje no se nos hace pesado.

El pick up lo tenemos gratis hasta el New Heaven Guest House, lo hemos reservado por teléfono des de Mandalay. Ha sido un poco surrealista porqué el bus a parado en medio de la nada, en una calle sin iluminar y allí nos ha soltado a todos nosotros y a nuestras respectivas mochilas. Allí nos estaban esperando dos carruajes tirados por caballos que nos han recogido debajo de un cielo estrellado y nos han llevado hasta la acomodation.  Es un poco tarde pero tenemos hambre y vamos delante mismo de la guest house que hay un restaurante y he comido un pankake de banana y chocolate, mmmmm….. qué bueno!!

Tenemos el breakfast incluido, it’s same same a todos los otros, no hay nada nuevo. Hemos alquilado una bici por 1.500 MMK sin posibilidad de regateo y hemos de pagar 10$ cada uno para poder visitar todas las pagodas, templos y estupas de Bagan, directo para las arcas del gobierno. Aquí es imposible escaparte de pagar ya que si llegas en avión te lo hacen comprar en el mismo obligatoriamente y sino en la guest house o donde te alojes, aquí no te salvas, pero luego cuando estás visitando los templos nadie te pide nada.

Llevábamos con nosotros un ticket de Bagan que nos dieron Xavi y Nani, un componente del grupo, que no soy yo ni Celia, ha intentado colarlo, pero el pobre eso de mentir no lo estudió muy bien en EGB y cuando le han preguntado donde lo había comprado ha tenido la genial idea que le ha condenado que había sido en el bus, que es como decir que lo he comprado en la punta de una pagoda. Imposible de creer! Le tendremos que dar clases! Creemos que tanto te le afecta a la cabeza, lo que también tenemos que valorar que no se lo bebe entero ya que nos hace cargarlo todo el día en la mochila haciéndole la ruta turística, creemos que nos quiere putear aunque él dice que es una prueba que nos hace pasar es como un Kanfu Panda! Además por la tarde casi muere atropellado por un bus, iba conduciendo su bici y a su lado llevaba la de Jaume que había tenido un doble pinchazo, con tan mala suerte que cuando ha pasado un bus por su lado ha intentado apartarse y se ha desestabilizado y ha caído de tal forma que ya lo veíamos aplastado como quedó la copa del rey.

Nos han dicho que en un templo hay movimiento y vamos para allá. Hace un sol matador y las bicis nos dejan agotados, aunque si fuéramos andando sería aún peor.

Cuando llegamos a este templo subimos a un primer piso y vemos mucha gente comiendo y nos autoinvitamos y nos invitan a entrar, nos sientan en una mesa llena de fruta, pero una fruta alucinantemente buena, mango, piña, manzana, unas pastitas, ensalada de té, gelatina de coco, etc. Estamos cansados de las bicis y la frutita nos sienta muy bien, es graaatis he Joan! Compartimos mesa con un señor francés que sabe mucho de la historia de los monjes y la política Birmana. Me he quedado un poco decepcionada ya que me he dado cuenta que a lo mejor el budismo es bueno pero la institución de los monjes y lo que les sigue tiene como base un interés monetario como cualquier otra religión.

La comida la pagaba el abuelo de un adolescente que estaba haciendo el “ritual” para entrar a ser monje, algo parecido a una comunión católica con fotógrafos y cámara de video. Hemos visto como les rapaban la cabeza a críos de 12 o 13 años. Les separan de sus familias y van a ser monjes hasta los 20 años, en esta edad podrán decidir dejar de ser monje o continuar. La parte buena es que aprenden inglés y conocimientos que a lo mejor si siguieran en sus casas no lo podrían hacer pero también hay restricciones.

Después de comer hemos seguido la aventura con la bicicleta con el sol pegando fuerte en nuestras cabezas. Hemos ido de templo en templo hasta que hemos visto el sunset, un sunset más… creo que ya estoy saturada de sunsets, sunrise, waterfalls, pagodas y templos.

Bagan es un llano con 4.400 templos aproximadamente todos del mismo periodo, hace más de ocho siglos. Es increíble ver todas las estupas repartidas por el territorio des de arriba de un templo.  Después de tanto tiempo viajando es difícil que algo te sorprenda y esto me ha sorprendido, me ha encantado.

La vuelta a casa ha sido casi de noche y es un poco peligroso cuando el sol nos dice adiós porque en las bicis no tenemos luz y las calles no están iluminadas.